jueves, 28 de septiembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 29 DE SEPTIEMBRE DE 2023

Jn 1,47-51: Veréis a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: 

«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». 

Natanael le contesta: 

«¿De qué me conoces?». 

Jesús le responde: 

«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». 

Natanael respondió: 

«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». 

Jesús le contestó: 

«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». 

Y le añadió: 

«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Permítanme que coloque aquí la primera homilía a San Miguel cuando estuve en Tazacorte (29 de Septiembre de 2013)



Ser mensajeros de la Paz


Nos hemos reunido en esta mañana para celebrar a San Miguel Arcángel, patrón de esta isla, de este municipio y de esta comunidad parroquial. Con gran alegría acudimos a sus pies a renovar nuestra devoción y veneración por este Arcángel, enviado por Dios para la lucha por la paz.

Ya hemos visto a lo largo de estos días como ángel significa "mensajero", y en este caso, San Miguel viene siendo el mensajero del poder de Dios, de la paz de Dios, de los dones de Dios: su significado es ¡Quién como Dios!. Hemos reflexionado sobre las virtudes teologales: mensajeros de la fe, mensajeros de la esperanza y mensajeros de la caridad, o amor. 

Hoy quisiera reflexionar e invitar a todos los presentes a sentirnos "mensajeros de la paz". Y es que la paz es una consecuencia de la misma fe, esperanza y caridad. Y esta tarde-noche, "mensajeros de la alegría".

Dijo Juan XXIII en la encíclica Pacem in Terris, del año 1963. "La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios".

Quisiera remontarme al origen del término paz en la biblia, concretamente en el Antiguo Testamento. El término judío es "shalom" y expresa algo más que la ausencia de guerra, o de conflicto y tensiones. Indica integridad física, salud, felicidad. Este sentido es el mismo en todas las lenguas semíticas.

Esta armonía no se agota en el nivel individual, dado que Silam, en hebreo significa tanto restituir, como pagar o cumplir un voto al Señor. (en español: "quedarnos en paz").

Sigue el mismo Antiguo Testamento a través de los profetas, ampliando ese anhelo de la paz llegando hasta la utopía...y es que este lenguaje utópico quiere revelarnos que en una lucha por la paz no podemos conformarnos con la paz existente aquí abajo. Aspiramos a algo más pleno que lo que se da entre nosotros. Lo que equivale a decir que la paz no es fruto que madura por la sola acción del hombre.

En el Nuevo Testamento Jesús, esperado como el Príncipe de la Paz, aparece ya desde su infancia como el portador de la paz. Cuando sana a los enfermos o perdona los pecados, su despedida es "vete en paz". Cuando se presenta a los discípulos como Resucitado su saludo es "Paz a vosotros".

No me olvido que la paz comienza, según Juan XXIII por restablecer el orden establecido por Dios.

En palabras del Papa Francisco en la vigilia pidiendo por la paz en Siria 

Toda la creación forma un conjunto armonioso, bueno, pero sobre todo los seres humanos, hechos a imagen y semejanza de Dios, forman una sola familia, en la que las relaciones están marcadas por una fraternidad real y no sólo de palabra: el otro y la otra son el hermano y la hermana que hemos de amar, y la relación con Dios, que es amor, fidelidad, bondad, se refleja en todas las relaciones humanas y confiere armonía a toda la creación. El mundo de Dios es un mundo en el que todos se sienten responsables de todos, del bien de todos.

¿Es ése el mundo en el que vivimos? La creación conserva su belleza que nos llena de estupor, sigue siendo una obra buena. Pero también hay “violencia, división, rivalidad, guerra”. Esto se produce cuando el hombre, vértice de la creación, pierde de vista el horizonte de belleza y de bondad, y se cierra en su propio egoísmo

Cuando el hombre piensa sólo en sí mismo, en sus propios intereses y se pone en el centro, cuando se deja fascinar por los ídolos del dominio y del poder, cuando se pone en el lugar de Dios, entonces altera todas las relaciones, arruina todo; y abre la puerta a la violencia, a la indiferencia, al enfrentamiento...

¿Es posible conseguir la paz? ¿Podemos salir de esta espiral de dolor, muerte, rivalidad...?

Claro que sí. Y hay que gritarlo a los cuatro vientos. Es más, tenemos una grave responsabilidad cada uno de nosotros en luchar por la paz.

Volviendo al Maestro, promete la dicha a los que trabajan por la paz. Está pidiéndonos a todos que sigamos su ejemplo, como nos dice San Pablo que realizó la gran reconciliación: "Porque Él es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro que los superaba, el odio, [...] por medio de la Cruz.

Por tanto, ser constructor de la paz, o ser hombre de reconciliación es una cuestión de fe. Un cristiano no puede ser un hombre anónimo, un simple ciudadano, tiene que ser un constructor de la paz. Si no, pensemos...¿En quién creemos?...¿Qué es lo que fue su vida?. ¿Creemos en un Jesús a mi medida: misericordioso, que no me pide y exige nada, que me perdona siempre, que escucho siempre su Palabra? Todo bien y bonito y cierto. ¿Y el Jesús que me pide que le siga hasta la cruz, defensor de los pobres...? Ese lo olvidamos continuamente, empezando por mí el primero. Pero no, creemos en el Jesús real. El que vivió esa entrega y que, el cristiano injerto en Él, está llamado a realizar.

Ser constructor de la paz, es una cuestión de esperanza. Porque realmente, sólo los hombres llenos de la esperanza como don de Dios son capaces de contrarrestar este mundo de violencia. Esperanza porque está anclado en las promesas de Dios: Dichosos los que trabajan por la paz. Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Esperanza porque hay que saber mirar lejos y no quedarnos solamente en la acá de las situaciones. Esperanza porque esperamos un cielo nuevo y una tierra nuevas, que nosotros, como sus herederos trabajamos desde ya. Esperanza porque no nos llevamos por los cálculos y estadísticas humanas.

Por último, ser constructor de la paz, es una cuestión de caridad. 

El amor —«caritas»— es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz (Benedicto XVI en la Cáritas in Veritate).

Ser constructor de la paz implica una lucha por la justicia. Evidentemente, la paz en la tierra no se puede lograr si no se asegura el bien de las personas. (GS 78). Para qué haya paz tiene que haber justicia. Son tantas situaciones injustas en nuestro mundo opulento. El evangelio que hemos escuchado hoy, el que se proclama en todas las iglesias del mundo, el del rico epulón nos denuncia gravemente nuestra indiferencia, insensibilidad, nuestra impasibilidad y nuestra apatía o dejación. El Papa Francisco en Brasil: “Los gritos que piden justicia continúan todavía hoy. Hoy vivimos un desafío histórico sin precedentes”.   Y el 26 en la Eucaristía en Sta. Marta: «No se puede conocer a Jesús sin tener problemas –explicó Jorge Mario Bergoglio. Y osaría decir que si tú quieres tener un problema, vas por el camino para conocer a Jesús; pero no uno, ¡tendrás muchos! Pero este es el camino para conocer a Jesús, ¡porque no se puede conocer a Jesús en primera clase!»

San Basilio: «¿Es que Dios es injusto al repartir con desigualdad los bienes necesarios para la vida? ¿Por qué tú nadas en abundancia mientras que el otro vive en la miseria? ¿No es para que un día, gracias a tu bondad y administración desinteresada, recibas la recompensa, mientras que el pobre obtendrá la corona prometida a la paciencia?».

San Juan Crisóstomo: «¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo desprecies, pues, cuando lo encuentres desnudo en los pobres, ni lo honres aquí en el templo con lienzos de seda, si al salir lo abandonas en su frío y desnudez. 

Le pedimos ayuda a Dios y a San Miguel. No hará el milagro mientras no empecemos por nosotros y compartamos de manera que la riqueza esté mejor repartida. Que nos abra los ojos y el corazón.

Pero no solemos unir el significado de la justicia al del amor. Ser constructor de la paz en el sentido de las bienaventuranzas implica dar un paso más.

La justicia es la primera vía de la caridad o, como dijo Pablo VI, su «medida mínima». No puedo «dar» al otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde.

Por otro, la caridad supera la justicia y la completa siguiendo la lógica de la entrega y el perdón. La «ciudad del hombre» no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes sino, antes y más aún, con relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión. La caridad manifiesta siempre el amor de Dios también en las relaciones humanas, otorgando valor teologal y salvífico a todo compromiso por la justicia en el mundo.

Hemos esbozado brevemente que ser cristiano, es ser mensajero de la paz, mensajero no al estilo de un cartero que lleva un mensaje, sino al estilo de Jesús, seamos el continente y el contenido de ese mensaje, o dicho de otra forma, en la medida en que seamos "El mensaje viviente", es decir que seamos mensajero y mensaje al mismo tiempo.

Así seremos cristianos creíbles de nuestra gran verdad y dicha que llevamos dentro.

miércoles, 27 de septiembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 28 DE SEPTIEMBRE

  Lc 9,7-9: A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?


En aquel tiempo, el tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba sobre Jesús y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.

Herodes se decía:

«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?».

Y tenía ganas de verlo.



Muchas veces, queremos hacernos a un Jesús a nuestra medida. Pero es imposible, siempre nos sorprenderá, es inabarcable. Con el permiso, permíteme que añada un texto de José Luis Martín Descalzo.


Espero que suscite en nosotros unas tremendas ganas de conocer y ver a Jesús. «¿Quién es este por quien tantos han muerto, a quien tantos han amado hasta la locura, de quien tantos han abusado para imponer sus dogmas personales y sus intereses? Desde hace dos mil años, su nombre ha estado en boca de millares de mártires y también -iay!- en boca de asesinos más o menos legales. Su doctrina inflamó el corazón de san Francisco de Asís y también -¡ay!-las hogueras de la intolerancia. Discípulos suyos se llamaron los santos, que abandonaron todo para seguirle, y discípulos suyos nos llamamos quienes hemos logrado -¡por fin!- compaginar su amor con el dinero. En su fe se inspira la monjita que en África abraza a los leprosos y en su fe creen inspirarse algunos que hoy toman la metralleta guerrillera y revolucionaria. A Él invocan el monje trapense que renuncia hasta a ser propietario de su palabra y el especulador que se santigua con gesto mecánico antes de festejar su último triunfo bolsístico. ¿Quién es, quién es este personaje que cruza de medio a medio la historia como una espada ardiente y que produce frutos tan opuestos de amor o de sangre, de entrega o de violencia, de locura o de vulgaridad ¿Quién es y qué hemos hecho de Él, cómo hemos usado o traicionado su voz, qué jugo misterioso o maldito hemos sacado de sus palabras? ¿Es fuego u opio? ¿Es bálsamo que cura, espada que hiere o morfina que amodorra ¿Quién es? ¿Quién es? Pienso que el hombre que no ha respondido a esta pregunta puede estar bien seguro de que aún no ha comenzado a vivir y de que no es digno de pisar sobre la tierra que esa su sombra cruza para bendición o terror. (...) Albert Schweitzer ha llegado a afirmar que todos cuantos han tratado de contar la vida de Jesús han terminado contando la de «su» Jesús y proyectando sus preocupaciones religiosas y las de su generación sobre la verdadera historia del carpintero de Nazaret. Pero ¿es que esa verdadera historia es posible? ¿No será Cristo como un prisma con demasiadas caras, tantas que nunca será abarcable por un hombre en una sola vida humana y aun por toda una generación? (...) Y..., sin embargo, habría que buscar, habría que bajar a ese pozo. ¿Con la esperanza de llegar a entenderle? No, no; sabemos de sobra que nunca llegaremos a eso. La historia de veinte siglos nos enseña que todos cuantos han querido acercarse a Cristo con sus inteligencias siempre se han quedado a medio camino. Pasó ya así cuando Él vivía. Los que estaban a cada hora a su lado tampoco le entendían. Les desbordaba. Un día les parecía demasiado Dios, otro demasiado hombre. Le miraban, querían entender su misterio. y lograban admirarle, amarle incluso, pero nunca entenderle (...). Y, sin embargo, Él es la gran pregunta que todo hombre debe plantearse, aun con la seguridad de que toda respuesta quedará a medio camino (...) Quizá la suma de todos nuestros afanes por entenderle se parezca un poco a su rostro verdadero: el rostro santo que nos hace saber que sigue valiendo la pena de ser hombre, el rostro de la santa humanidad de nuestro Dios.»

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A

 


 HOJA PARROQUIAL

30 de Septiembre y 1 de Octubre del 2023

                   Domingo XXVI del tiempo ordinario. Ciclo A

Parroquias de Ntra. Sra. de la Concepción, de Ntra. Sra. del Carmen y de San Joaquín y Santa Ana











“ Voy, señor ”



  


La Palabra de Dios nos sitúa este domingo ante la responsabilidad personal en el seguimiento de Jesús. Como en tantas otras dimensiones de la vida, la ambigüedad de nuestra condición humana nos plantea una doble perspectiva de nuestra respuesta ante el proyecto-demanda de Dios: la formal de la ideología y la eficaz de nuestro compromiso.

La ideología se mueve, y nos hace movernos, en el orden de las pretensiones teóricas: pensar bien. En cambio, la respuesta eficaz es la que muestra nuestra veracidad: hacer lo correcto. Más allá de las circunstancias concretas de la vida, y de nuestros ritmos de conversión, aquello a lo que nos adherimos de veras, en el fondo, acaba haciendo coincidir nuestra voluntad con la de Dios. Esto es lo justo, lo que a Él le agrada.

Para el profeta Ezequiel la adhesión de nuestra voluntad a la bondad y la justicia de Dios, no es un asunto teórico, sino un compromiso personal, que incluye la conversión y la perseverancia. Para Pablo, esa adhesión es verificable, trayendo a nuestra persona los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús, unos sentimientos que cambian nuestras vidas. Es una pretensión que lleva su tiempo y que implica inexorablemente nuestra conversión.



LECTURAS



Primera lectura de la profecía de Ezequiel 18, 25-28


Esto dice el Señor:
«Insistís: “No es justo el proceder del Señor”. Escuchad, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder? ¿No es más bien vuestro proceder el que es injusto?
Cuando el inocente se aparta de su inocencia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió.
Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él salva su propia vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá».


Salmo 24, 4bc-5. 6-7. 8-9 R/. Recuerda, Señor, tu ternura


Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,
y todo el día te estoy esperando. R/.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
no te acuerdes de los pecados
ni de las maldades de mi juventud;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.


Segunda lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 1-11


Hermanos:
Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir.
No obréis por rivalidad ni por ostentación, considerando por la humildad a los demás superiores a vosotros. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás.
Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús.
El cual, siendo de condición divina,
no retuvo ávidamente el ser igual a Dios;
al contrario, se despojó de sí mismo
tomando la condición de esclavo,
hecho semejante a los hombres.
Y así, reconocido como hombre por su presencia,
se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor,
para gloria de Dios Padre.


Evangelio según san Mateo 21, 28-32


En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero». Pero después se arrepintió y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue.
¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?».
Contestaron:
«El primero».
Jesús les dijo:
«En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».






Introducción 


    5. A nivel global, la participación ha superado cualquier expectativa. En general, la Secretaría del Sínodo recibió las síntesis de 112 de las 114 Conferencias Episcopales y de todas las 15 Iglesias Orientales Católicas, además de las reflexiones de 17 de los 23 dicasterios de la Curia Romana, así como las de los superiores y superioras generales (USG/UISG), los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, las asociaciones y movimientos de fieles laicos. Además, se recibieron más de mil contribuciones de particulares y grupos, así como las opiniones recogidas a través de las redes sociales gracias a la iniciativa del “Sínodo Digital”. Estos materiales se distribuyeron a un grupo de expertos: hombres y mujeres, obispos, sacerdotes, consagradas y consagrados, laicos y laicas, de todos los continentes y con conocimientos y disciplinas muy diversos. Tras su lectura, estos expertos se reunieron durante casi dos semanas con el equipo de redacción, formado por el Relator General, el Secretario General del Sínodo, los Subsecretarios y algunos oficiales de la Secretaría del Sínodo, además de los miembros del Grupo de Coordinación, a los que finalmente se unieron los miembros del Consejo. Juntos trabajaron en un ambiente de oración y discernimiento para compartir los frutos de su lectura con miras a la redacción de este Documento para la Etapa Continental (DEC). 


    6. Las citas que se intercalan a lo largo de este documento intentan dar una idea de la riqueza de los materiales recibidos, permitiendo que resuene la voz del Pueblo de Dios de todas las partes del mundo. No deben interpretarse como un apoyo a posiciones provenientes de una zona concreta del mundo, ni como una mera representación de la variedad geográfica, aunque se ha procurado garantizar un cierto equilibrio en cuanto a la procedencia de las fuentes. Más bien se han escogido esas citas porque expresan de manera particularmente vigorosa, afortunada o precisa un sentimiento que se repite en muchas síntesis. Sin embargo, es evidente que ningún documento podría condensar la profundidad de la fe, la vitalidad de la esperanza y la energía de la caridad que desbordan las aportaciones recibidas. Detrás de ellas se vislumbra la fuerza y la riqueza de la experiencia llevada a cabo en las diferentes Iglesias, al ponerse en camino y abrirse a la variedad de las voces que han hablado. El sentido del proceso sinodal es el de permitir este encuentro y diálogo, cuya finalidad no es producir documentos, sino abrir horizontes de esperanza para el cumplimiento de la misión de la Iglesia. 


    7. Dentro de este camino, que está lejos de concluir, es donde el DEC se sitúa y encuentra su sentido. Ante la Etapa Continental del proceso sinodal, este documento reúne, en torno a ciertos núcleos temáticos, las esperanzas y preocupaciones del Pueblo de Dios disperso por toda la tierra. De este modo, ofrece a las Iglesias locales la oportunidad de escucharse entre ellas, en vista de las Asambleas Continentales de 2023, cuya tarea es elaborar un elenco de prioridades, sobre las que operará el discernimiento de la Primera Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar del 4 al 29 de octubre de 2023. 

martes, 26 de septiembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 27 DE SEPTIEMBRE DE 2023

 Lc 9,1-6: Los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos.

En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.

Luego los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles:

-No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto.

Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.

Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.

Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.


Los medios de comunicación nos hablan de la ola de solidaridad que hay entre la población ayudando a los que lo necesitan. El volcán ha despertado en estas personas lo mejor que tienen dentro. Y éste es el mejor testimonio de la proclamación del reino de Dios y curación a los enfermos que pueda haber.


Esta situación que estamos viviendo, nos encoge, pero también mueve en nosotros sentimientos de compasión hacia los otros. 


Cuando Jesús los envió a proclamar el reino de Dios, no significa solamente la predicación propiamente dicha, sino al acompañamiento, la ayuda a los otros y sobretodo, poner las condiciones para que en este mundo se puedan ver los brotes del Reino de Dios.


Por tanto, esa predicación no es solo un mandato a los apóstoles, sino a todos, porque todos podemos arrimar el hombro, todos podemos hacer algo, más bien TODOS DEBEMOS HACER ALGO. 

lunes, 25 de septiembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 26 DE SEPTIEMBRE DE 2023

 Lc 8,19-21: Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.


En aquel tiempo, vinieron a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.

Entonces le avisaron:

«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte».

Él respondió diciéndoles:

«Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».


Este evangelio nos puede parecer duro y si pensamos que Jesús desprecia a su madre y familiares. Lucas concentra su mirada y mensaje en la escucha de la palabra de Dios y ponerla por obra.

Precisamente en ésto, María es modelo, ejemplo. Por tanto, lejos de ser un desprecio, es una alabanza y ya Lucas nos insinúa la maternidad de María hacia nosotros. Porque ella escucha la Palabra de Dios y la cumple; y porque nosotros también queremos hacerlo.

La Nueva Evangelización tiene que poner un acento importante en la escucha de la Palabra y los cristianos del s. XXI nos debemos caracterizar por ello.

domingo, 24 de septiembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 25 DE SEPTIEMBRE DE 2023

  Lc 8,16-18: La lámpara se pone en el candelero para que los que entren vean la luz.


En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

«Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o la mete debajo de la cama, sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz.

Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público.

Mirad, pues, cómo oís, pues al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener». 



Parece un poco amenazante las palabras del Señor, y alguna vez las he entendido así. También es la forma de hablar de aquella época, donde no existe el término medio y donde algunas veces expresan la idea de manera negativa (algo parecido a la reducción al absurdo de la filosofía).

Sin embargo, entiendo que me anima a ser luz. Pero no una luz para esconderse y guardármela para mí, sino una luz para iluminar. 

Una vela puede tener dos funciones en una casa: la primera puede ser algo decorativo, que queda bonito, pero nada más; o puede utilizarse para iluminar y entonces se desgastará...pero habrá iluminado.

Eso es lo que quiere el Señor, que nos gastemos iluminando a los otros.

viernes, 22 de septiembre de 2023

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A





 HOJA PARROQUIAL

23 y 24 de septiembre del 2023

                   Domingo XXV del tiempo ordinario. Ciclo A

Parroquias de Ntra. Sra. de la Concepción, de Ntra. Sra. del Carmen y de San Joaquín y Santa Ana







“ Los últimos serán los primeros ”



    La parábola de los obreros de la viña nos invita a reflexionar una vez más sobre el Reino de los Cielos o Reino de Dios donde muestra que lo esencial de la vida cristiana radica en descubrir la novedad de la llamada que Dios ha realizado y lo sigue haciendo en la vida de cada persona, lo hace en distintos momentos de la vida. Los que hemos acogido la llamada desde la infancia o juventud debemos mirar con generosidad el plan de Dios que consiste integrar a los últimos o aquellos que no cuentan.


    El volver a Dios (metanoia) según la invitación del profeta Isaías (Is 55, 6-9) implica disponer el corazón para rastrear la presencia de Dios que está cerca de nosotros, y nos otorga su gracia para que siempre lo hallemos.

El Dios de Jesucristo nos llama a cada uno de nosotros a trabajar en su viña. No importa el tiempo ni las circunstancias en la que hemos recibido, sino que debemos estar agradecidos por trabajar en ella. 



LECTURAS



Primera lectura del libro de Isaías 55, 6-9


Buscad al Señor mientras se deja encontrar,
invocadlo mientras está cerca.
Que el malvado abandone su camino,
y el malhechor sus planes;
que se convierta al Señor, y él tendrá piedad,
a nuestro Dios, que es rico en perdón.
Porque mis planes no son vuestros planes,
vuestros caminos no son mis caminos
—oráculo del Señor—.
Cuanto dista el cielo de la tierra,
así distan mis caminos de los vuestros,
y mis planes de vuestros planes.


Salmo 144, 2-3. 8-9. 17-18 R/. Cerca está el Señor de los que lo invocan.


Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.


Segunda lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 1, 20c-24. 27a


Hermanos:
Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte.
Para mí la vida es Cristo y el morir una ganancia. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger.
Me encuentro en esta alternativa: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros.
Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.


Evangelio según san Mateo 20, 1-16


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo:
“Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido».
Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.
Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:
“Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”.
Le respondieron:
“Nadie nos ha contratado”.
Él les dijo:
“Id también vosotros a mi viña».
Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:
“Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.
Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:
“Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.
Él replicó a uno de ellos:
“Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.
Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos».






Introducción 


    1. El Sínodo avanza: podemos afirmarlo con entusiasmo un año después de su apertura. A lo largo de esta primera parte de la fase consultiva, millones de personas de todo el mundo se han implicado en las actividades del Sínodo: algunas participando en las reuniones a nivel local, otras colaborando en la animación y coordinación de las actividades en los distintos niveles, otras ofreciendo el apoyo de sus oraciones. «Expresamos también, nuestra gratitud a las religiosas de vida contemplativa, que acompañaron a su pueblo con la oración y siguen orando por los frutos del Sínodo» (CE Perú). Los verdaderos protagonistas del Sínodo son todas estas personas que han participado. 


    2. Se han puesto en marcha impulsados por el deseo de ayudar a encontrar la respuesta a la pregunta fundamental que guía todo el proceso: «¿cómo se realiza hoy, a diversos niveles (desde el local al universal) ese “caminar juntos” que permite a la Iglesia anunciar el Evangelio, de acuerdo a la misión que le fue confiada; y qué pasos el Espíritu nos invita a dar para crecer como Iglesia sinodal?» (Documento preparatorio, n. 2). 


    3. A lo largo del camino han experimentado la alegría de encontrarse como hermanos y hermanas en Cristo, compartiendo lo que la escucha de la Palabra hacía resonar en su interior y cuestionándose sobre el futuro de la Iglesia a partir de los estímulos ofrecidos por el Documento Preparatorio (DP). Esto ha alimentado el deseo de una Iglesia cada vez más sinodal: la sinodalidad dejó de ser un concepto abstracto y adquirió el rostro de una experiencia concreta; saborearon su sabor y quieren seguir haciéndolo: «“a través de este proceso hemos descubierto que la sinodalidad es un modo de ser Iglesia; es más, el modo”. “El Espíritu Santo nos pide que seamos más sinodales”» (CE Inglaterra y Gales). 


    4. La experiencia de quienes participaron se tradujo en palabras, a través de las aportaciones que las distintas comunidades y grupos enviaron a las diócesis, quienes las resumieron y transmitieron a las Conferencias Episcopales. Estas, a su vez, siguiendo el esquema ofrecido en el DP, redactaron una síntesis que fue enviada a la Secretaría General del Sínodo.