HOJA PARROQUIAL
2 y 3 de Diciembre del 2023
Domingo I de Adviento. Ciclo B
“ Venid, heredad el reino preparado para vosotros ”
“ No tengáis miedo ”
Introducción
¡El Señor viene! En realidad, desde la vivencia de la fe y de la confianza en Él, bien podemos afirmar que el Señor está siempre viniendo, está en medio de nosotros, caminando a nuestro lado por las sendas de la historia que nos toca transitar, y en estos tiempos tan complicadas y azarosas.
El Adviento nos ayuda a caer en la cuenta de esta verdad. Y nos predispone para intensificar nuestros encuentros personales con el Señor Jesucristo en la oración más intensa y en la más atenta escucha de su Palabra y de su paso entre nosotros. Siempre nos acecha el peligro de la distracción, sea por las razonables preocupaciones de la vida, sea por los reclamos seductores del consumo, sea por circunstancias personales de difícil manejo… Este tiempo particularmente santo, ante sala de la gran celebración de la Natividad del Señor, es una fuerte llamada a estar alerta. Porque el Señor viene, quiere venir a mi vida, a ofrecerme un plan, a encender mi esperanza, a despertar todas mis capacidades para el bien y el amor.
Él viene a sacarme de la plácida rutina, de la inconsciencia del compromiso débil, del melancólico paso del tiempo que me hace ser espectador indiferente de las grandes luchas y sueños de la humanidad.
Él viene sobre todo a recordarme la más importante de las citas: el encuentro definitivo con Él, ese que fijará mi destino eterno a su lado, y que ahora me exige vivir en vela y sin distracciones estériles, construyendo con su fuerza, y por su mismo Espíritu, ese futuro que desembocará en la Vida-sin-fin.
LECTURAS
Primera lectura del libro de Isaías 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7
Salmo 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19 Oh, Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Segunda lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 3-9
Evangelio según san Marcos 13, 33-37
3. Hacia una Iglesia sinodal misionera
3.1 La escucha que se convierte en acogida
Una opción por los jóvenes, las personas con discapacidad y la defensa de la vida
35. Es generalizada la preocupación por la escasa presencia de la voz de los jóvenes en el proceso sinodal, así como por su cada vez mayor ausencia en la vida de la Iglesia. Resultan urgentes la renovada atención a los jóvenes, su formación y acompañamiento, también como aplicación de las conclusiones del anterior Sínodo sobre «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional» (2018). En aquella ocasión, fueron precisamente los jóvenes los que pusieron de manifiesto la necesidad de una Iglesia más sinodal con miras a la transmisión de la fe en la actualidad. La iniciativa “Sínodo Digital” constituye un esfuerzo importante para escuchar a los jóvenes y ofrece nuevas perspectivas para el anuncio del Evangelio. La síntesis de las Antillas afirma: «dado que nuestros jóvenes experimentan un nivel muy alto de alienación, debemos hacer una opción preferencial por los jóvenes».
36. Numerosas síntesis señalan la falta de estructuras y formas adecuadas para acompañar a las personas con discapacidad y reclaman nuevos modos para acoger sus aportaciones y promover su participación. A pesar de sus propias enseñanzas, la Iglesia corre el peligro de imitar el modo en que la sociedad deja de lado a estas personas. «Las formas de discriminación enumeradas —la falta de escucha, la violación del derecho a elegir dónde y con quién vivir, la negación de los sacramentos, la acusación de brujería, los abusos— y otras, describen la cultura del descarte en relación a las personas con discapacidad. No surgen por casualidad, sino que tienen en común la misma raíz: la idea de que la vida de las personas con discapacidad valga menos que la de los demás» (Síntesis de la Consulta Sinodal Especial a las Personas con Discapacidad del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida).
37. Del mismo modo, se destaca el compromiso del Pueblo de Dios por la defensa de la vida frágil y amenazada en todas sus etapas. Por ejemplo, para la Iglesia greco-católica ucraniana, forma parte de la sinodalidad «estudiar el fenómeno de la migración femenina y ofrecer apoyo a las mujeres de diferentes grupos de edad; prestar especial atención a las mujeres que deciden abortar por miedo a la pobreza material y al rechazo de sus familias en Ucrania; promover una labor educativa entre las mujeres que están llamadas a tomar una decisión responsable cuando atraviesan un momento difícil de su vida, con el objetivo de preservar y proteger la vida de los niños no nacidos y prevenir el recurso al aborto; hacerse cargo de las mujeres con síndrome postaborto».
A la escucha de quien se siente abandonado y excluido
38. Las síntesis muestran claramente que muchas comunidades han comprendido la sinodalidad como una invitación a escuchar a los que se sienten exiliados de la Iglesia. Los grupos que experimentan un sentimiento de exilio son diversos, empezando por muchas mujeres y jóvenes que no ven reconocidos sus dones y capacidades. Dentro de este conjunto heterogéneo de personas, muchos se consideran denigrados, abandonados, incomprendidos. La añoranza de un hogar caracteriza también a los que no están a gusto con el desarrollo litúrgico del Concilio Vaticano II. Para muchos, la experiencia de ser escuchados seriamente es transformadora y representa un primer paso para saberse incluidos. Sin embargo, es motivo de tristeza que algunos sientan que su participación en el proceso sinodal no ha sido apreciada. Se trata de un sentimiento que requiere comprensión y diálogo.
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