sábado, 30 de marzo de 2024

Entierro de Chano


 

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO DE RESURRECCIÓN. CICLO B

                       



HOJA PARROQUIAL

31 de Marzo de 2024

Domingo de Resurrección. Ciclo B


Parroquias de Ntra. Sra. de la Concepción,
de Ntra. Sra. del Carmen
y de San Joaquín y Santa Ana
















“Entró... vio y creyó



   

¡Hoy es el gran día! El domingo más importante del año para nosotros los cristianos. Este domingo da sentido a todos los demás domingos del año. Es el tercer día del Triduo Pascual y el primero de la cincuentena. Hoy cabe solo una exclamación que se debe oír en todo el orbe: ¡Aleluya, Jesucristo ha resucitado!

    



LECTURAS



Primera lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34a. 37-43


En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

«Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. A este lo mataron, colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, no a todo el pueblo, sino a los testigos designados por Dios: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos.

Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dan testimonio todos los profetas: que todos los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados».


Salmo 117, 1-2. 16-17. 22-23 R/. Este es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo


Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia. R/.

«La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa».
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor. R/.

La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente. R/.


Segunda lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 1-4


Hermanos:

Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.

Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.


Evangelio según san Juan 20, 1-9


El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: 
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.







3. Hacia una Iglesia sinodal misionera

 

   90. En países de diferentes zonas del mundo «la vinculación a la Iglesia de muchos bautizados pasa especialmente por el fenómeno de la religiosidad popular. [...] Muchas personas conciben este hecho como muestra de su pertenencia a la Iglesia; por lo cual, debemos fomentar y evangelizar, para que exista una mayor participación e incorporación consciente a la vida cristiana» (CE Panamá).


Tensiones a gobernar: renovación y reconciliación


91. Muchas síntesis alientan fuertemente la implementación de un estilo sinodal de celebración litúrgica que permita la participación activa de todos los fieles para acoger todas las diferencias, valorar todos los ministerios y reconocer todos los carismas. En este sentido, la escucha sinodal de las Iglesias registra muchas cuestiones que deben abordarse: desde el replanteamiento de una liturgia demasiado centrada en quien preside, hasta las formas de participación activa de los laicos, pasando por el acceso de las mujeres a las funciones ministeriales. «Sin dejar de ser fieles a la tradición, a su originalidad, antigüedad y uniformidad, intentamos que la celebración litúrgica sea más viva y participada por toda la comunidad de creyentes: sacerdotes, laicos, jóvenes y niños, que leen los signos de los tiempos con discernimiento sólido. Los jóvenes intentan encontrar un lugar en la liturgia con los himnos y es positivo» (CE Etiopía).


92. En este sentido, la experiencia de las Iglesias también registra nudos de conflicto, que deben ser abordados de forma sinodal, como es el discernimiento de la relación con los ritos preconciliares: «las divisiones sobre la celebración de la liturgia se han reflejado en las consultas sinodales. “Desgraciadamente, la celebración de la Eucaristía se vive también como un motivo de división dentro de la Iglesia. En el ámbito litúrgico, la cuestión más común es la celebración de la misa preconciliar”. La gente se queja de las restricciones en el uso del misal de 1962; muchos consideran que las diferencias sobre la forma de celebrar la liturgia “llegan a veces al nivel de la animosidad. Las personas de ambos bandos dicen sentirse juzgadas por quienes tienen una opinión diferente”» (CE Estados Unidos). La Eucaristía, sacramento de la unidad en el amor en Cristo, no puede convertirse en motivo de enfrentamiento ideológico, ruptura o división. Además, existen elementos de tensión propios del ámbito ecuménico, con un impacto directo en la vida de muchas Iglesias, como, por ejemplo, compartir la Eucaristía. Por último, hay problemas relacionados con las modalidades de inculturación de la fe y el diálogo interreligioso, que también afectan a las formas de la celebración y la oración.


93. Las síntesis no dejan de resaltar también las principales limitaciones de la praxis celebrativa, que oscurecen su eficacia sinodal. En particular, se subraya: el protagonismo litúrgico del sacerdote y la pasividad de los participantes; el alejamiento de la predicación respecto a la belleza de la fe y la concreción de la vida; la separación entre la vida litúrgica de la asamblea y la red familiar de la comunidad. La calidad de las homilías se señala casi unánimemente como un problema: se piden «homilías más profundas, centradas en el Evangelio y en las lecturas del día, y no en la política, y que utilicen un lenguaje accesible y atractivo» (Iglesia maronita).

jueves, 21 de marzo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 22 DE MARZO DE 2024

  Jn 10,31-42: Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos.

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.

Él les replicó:

«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».

Los judíos le contestaron:

«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».

Jesús les replicó:

«¿No está escrito en vuestra ley: "Yo os digo: sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: "¡Blasfemas!" Porque he dicho: "Soy Hijo de Dios"? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».

Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.

Muchos acudieron a él y decían:

«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».

Y muchos creyeron en él allí.


Reflexión


Se les escabulló de las manos. Muchas veces decimos que Jesús murió por culpa de los romanos, de los judíos, e incluso nos echamos culpa a nosotros porque lo crucificamos también con nuestros pecados, nuestras indiferencias.


Y es cierto, que son los verdugos. Pero esa no es toda la verdad. Más bien, una parte pequeña de la verdad. Porque la parte más grande de la verdad es que Jesús da la vida libremente. Porque quiere. Porque sigue la voluntad de su Padre, pudiendo no hacerlo.


Por ello, tantas veces en los evangelios nos relata: se les escabulló…no pudieron con él…porque no era su hora. Esto nos puede aproximar más a su tremenda libertad, a su absoluta fidelidad al proyecto del Padre y el inmenso amor por la humanidad. 


Este “Viernes de Dolores” que solemos dedicar a mirar a la Virgen, miremos a su Hijo, su inmenso amor, su libertad, pero sobre todo su entrega por nosotros. Agradezcamos la condescendencia que ha tenido con nosotros.







Programa de las Parroquias del Realejo Bajo 

Exequias de Adela


 

miércoles, 20 de marzo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 21 DE MARZO DE 2024

  Jn 8,51-59: Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día.


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:

«En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre».

Los judíos le dijeron:

«Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: "Quien guarde mi palabra no gustará la muerte para siempre"? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?».

Jesús contestó:

«Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: "Es nuestro Dios", aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera "No lo conozco" sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría».

Los judíos le dijeron:

«No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?».

Jesús les dijo:

«En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán existiera, yo soy».

Entonces tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.


Reflexión

Aunque el “título” es referido a otro versículo de esta perícopa, me parece decisiva el primer versículo propuesto: “quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre”.


En el evangelio de ayer, Jesús también remarcaba la escucha de la Palabra: «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres». Y no lo comenté.


Si permanecemos en la Palabra conoceremos la verdad y no veremos la muerte para siempre. Gracias a Dios, los católicos vamos siendo más conscientes de la importancia de la Palabra en la vida del cristiano y de la Iglesia. 


Un cristiano que se precie, escucha la Palabra, la medita, programa su vida desde ahí, y sobre todo la guarda (en su corazón).


María guardaba todo lo que pasaba en su corazón. Que importante es que podamos guardar la Palabra en nuestro corazón, nuestra mente, nuestras acciones. Guardarla para que vaya madurando, vaya purificándose mi percepción de ella, destile toda su fuerza y me de el coraje para poder ponerla en práctica.


Guardar la Palabra no es simplemente grabarla en la mente y aprenderse distintas sentencias de memoria. Guardar la Palabra tiene un componente más profundo. Es ponerla en lugar preferente de mi corazón para traerlo a la mente en varias ocasiones, es ir orándola y pidiéndole al Señor que nos la explique. 







Programa de las Parroquias del Realejo Bajo 

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO DE RAMOS. CICLO B

                      



HOJA PARROQUIAL

23 y 24 de Marzo de 2024

Domingo de Ramos. Ciclo B


Parroquias de Ntra. Sra. de la Concepción,
de Ntra. Sra. del Carmen
y de San Joaquín y Santa Ana














“Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios



    Hoy la iglesia nos presenta la oportunidad de aclamar a Jesús en nuestros corazones como rey y centro de nuestras vidas. Al igual que las gentes que gritaban ¡Hosanna al Hijo de David, Bendito el que viene en nombre del Señor!, nosotros queremos seguir a Cristo, aunque sea complejo el proceso de seguimiento, sabiendo que detrás de la complejidad de la vida encontraremos la Luz, Luz de vida en la Pascua Eterna.


    El Evangelio según Marcos nos presenta la narrativa apasionante de la pasión y muerte de Jesús. Jesús enfrenta la traición, la negación y el abandono, todo por amor a nosotros y en obediencia al plan divino de redención. La cortina del templo se rasga, simbolizando el acceso directo a Dios para todos a través de la muerte de Cristo. En el evangelio de este domingo se nos presenta el drama de la salvación, donde la obediencia, la humildad y el sacrificio se entrelazan para ofrecernos el regalo inigualable de la vida eterna.

    



LECTURAS



Primera lectura del Profeta Isaías 50, 4-7


El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo;
para saber decir al abatido una palabra de aliento.

Cada mañana me espabila el oído, 
para que escuche como los discípulos.

El Señor Dios me abrió el oído; 
yo no resistí ni me eché atrás.

Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, 
las mejillas a los que mesaban mi barba; 
no escondí el rostro ante ultrajes y salivazos.

El Señor Dios me ayuda, 
por eso no sentía los ultrajes; 
por eso endurecí el rostro como pedernal, 
sabiendo que no quedaría defraudado.


Salmo 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?


Al verme, se burlan de mí, 
hacen visajes, menean la cabeza: 
«Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; 
que lo libre si tanto lo quiere». R/.

Me acorrala una jauría de mastines, 
me cerca una banda de malhechores; 
me taladran las manos y los pies, 
puedo contar mis huesos. R/.

Se reparten mi ropa, 
echan a suerte mi túnica. 
Pero tú, Señor, no te quedes lejos; 
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R/.

Contaré tu fama a mis hermanos, 
en medio de la asamblea te alabaré. 
«Los que teméis al Señor, alabadlo; 
linaje de Jacob, glorificadlo; 
temedlo, linaje de Israel». R/.


Segunda lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 2, 6-11


Cristo Jesús, siendo de condición divina, 
no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; 
al contrario, se despojó de sí mismo 
tomando la condición de esclavo, 
hecho semejante a los hombres.

Y así, reconocido como hombre por su presencia,
se humilló a sí mismo, 
hecho obediente hasta la muerte, 
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo exaltó sobre todo 
y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; 
de modo que al nombre de Jesús 
toda rodilla se doble 
en el cielo, en la tierra, en el abismo, 
y toda lengua proclame: 
Jesucristo es Señor, 
para gloria de Dios Padre.


EvangelioPasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos 15, 1-39


Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, hicieron una reunión. Llevaron atado a Jesús y lo entregaron a Pilato.

Pilato le preguntó:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?».

C. Él respondió:
+ «Tú lo dices».

C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
S. «¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan».

C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba extrañado. Por la fiesta solía soltarles un preso, el que le pidieran.
Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los rebeldes que habían cometido un homicidio en la revuelta. La muchedumbre que se había reunido comenzó a pedirle lo que era costumbre.
Pilato les preguntó:
S. «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?».

C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia.

Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás.

Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:
S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?».

C. Ellos gritaron de nuevo:
S. «Crucifícalo».

C. Pilato les dijo:
S. «Pues ¿qué mal ha hecho?».

C. Ellos gritaron más fuerte:
S. «Crucifícalo».

C. Y Pilato, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.

C. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio —al pretorio— y convocaron a toda la compañía. Lo visten de púrpura, le ponen una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:
S. «¡Salve, rey de los judíos!».

C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él.
Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacan para crucificarlo.

C. Pasaba uno que volvía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo; y lo obligan a llevar la cruz.
Y conducen a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la Calavera»),

C. y le ofrecían vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucifican y se reparten sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno.

Era la hora tercia cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos».

Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.

C. Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:
S. «Tú que destruyes el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz».

C. De igual modo, también los sumos sacerdotes comentaban entre ellos, burlándose:
S. «A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos».

C. También los otros crucificados lo insultaban.

C. Al llegar la hora sexta toda la región quedó en tinieblas hasta la hora nona. Y a la hora nona, Jesús clamó con voz potente:
+ «Eloí Eloí, lemá sabaqtaní?».

C. (Que significa:
+ «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»).

C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
S. «Mira, llama a Elías».

C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber diciendo:
S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo».

C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró.

C. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:
S. «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios».







3. Hacia una Iglesia sinodal misionera

 

    85. Como ya se ha subrayado en varias ocasiones, una Iglesia sinodal debe abordar en primer lugar las numerosas tensiones que surgen del encuentro entre las diversidades. Por eso, una espiritualidad sinodal sólo puede ser una espiritualidad que acoge las diferencias, promueve la armonía y saca de las tensiones la energía necesaria para avanzar en el camino. Para lograrlo, tendrá que pasar de enfatizar la dimensión individual a la colectiva: una espiritualidad del “nosotros”, que puede valorar las aportaciones de cada persona.


    86. El primer año del proceso sinodal ha ofrecido ya experiencias estimulantes en esta dirección, a través de la propuesta del método de la conversación espiritual, que ha permitido al Pueblo de Dios saborear el gusto de un encuentro interpersonal en torno a la Palabra de Dios y a las diversas resonancias que suscita en el corazón de cada uno. Además de convertirlo en una práctica ordinaria en la vida de la Iglesia, como se ha pedido en muchas partes, el método debe evolucionar hacia el discernimiento comunitario, especialmente en los organismos de participación. Esto supone un mayor esfuerzo por integrar la dimensión espiritual con el funcionamiento de las instituciones y sus órganos de gobierno, articulando el discernimiento con los procesos de toma de decisiones. La oración y el silencio no pueden permanecer ajenos a ella, como si fuera un preámbulo o un apéndice.


    87. La espiritualidad cristiana se expresa de diferentes maneras, vinculadas tanto a la multiplicidad de tradiciones entre Oriente y Occidente, como a la variedad de carismas en la vida consagrada y en los movimientos eclesiales. Una Iglesia sinodal se construye en torno a la diversidad, y el encuentro entre diferentes tradiciones espirituales puede representar una “escuela” de formación, en la medida en que es capaz de promover la comunión y la armonía, contribuyendo a superar las polarizaciones que viven muchas Iglesias.


3.5 Vida sinodal y liturgia


    88. Las síntesis destacan de muchas maneras el profundo vínculo entre la sinodalidad y la liturgia: «en el caminar juntos, la oración, la devoción a María como discípula misionera y oyente de la Palabra de Dios, los ejercicios de lectio divina y la celebración litúrgica inspiran el sentido de pertenencia» (CE Colombia).


Un arraigo profundo


    89. La Eucaristía es ya, en sí misma, “fuente y cumbre” del dinamismo sinodal de la Iglesia. «La celebración litúrgica y la oración se viven como una fuerza de unión y movilización de las energías humanas y espirituales. La opinión predominante es que la oración favorece la alegría de vivir y el sentido de comunidad, porque se ve como un punto de referencia, un lugar de fortaleza y un oasis de paz. [...] Las aportaciones hacen hincapié en dos formas de desarrollar un camino sinodal: la unidad comunitaria y la alegría de vivir. Este camino pasaría por grandes encuentros litúrgicos (peregrinaciones...), para alimentar la piedad popular, renovar la fe, alimentar el sentimiento de pertenencia, y así acompañar mejor a los cristianos para que den testimonio del Evangelio de la caridad frente al comunitarismo y el repliegue identitario, cada vez más visibles y agresivos» (CE Burkina Faso y Níger).