miércoles, 24 de abril de 2024

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO V DE PASCUA. CICLO B

                           



HOJA PARROQUIAL

27 y 28 de Abril de 2024

Domingo V de Pascua. Ciclo B


Parroquias de Ntra. Sra. de la Concepción,
de Ntra. Sra. del Carmen
y de San Joaquín y Santa Ana



Los textos son cogidos de la página de 








“El que permanece en Mí y Yo en él, ése da fruto abundante



LECTURAS



Primera lectura de los Hechos de los Apóstoles 9, 26-31


En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera realmente discípulo. Entonces Bernabé se lo presentó a los apóstoles.

Saulo les contó cómo había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco había predicado públicamente el nombre de Jesús.

Saulo se quedó con ellos y se movía libremente en Jerusalén, predicando públicamente el nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se propusieron suprimirlo. Al enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso.

La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.


Salmo 21, 26b-27. 28 y 30. 31-32 R. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.


Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan:
viva su corazón por siempre. R.

Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán
las familias de los pueblos.
Ante él se postrarán las cenizas de la tumba,
ante él se inclinarán los que bajan al polvo. R.

Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá,
hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
todo lo que hizo el Señor. R.


Segunda lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 3, 18-24


Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras.

En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo.

Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.

Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó.

Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.


Evangelio según San Juan 15, 1-8


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.

Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».


Los textos son cogidos de la página de 






ver


Hoy casi todos estamos conectados mediante telefonía móvil, internet… Según algunas encuestas, más del 90% de la población

tiene un teléfono inteligente. Estar conectados nos permite realizar muchas acciones cotidianas: mantener el contacto con

familiares y amigos, realizar operaciones bancarias, pagar en comercios, teletrabajar, acceder a la información, realizar

gestiones en entidades públicas… Ya no nos podemos imaginar la vida sin estar conectados. Pero esa conexión continua

también tiene desventajas: genera dependencia; se debilitan las relaciones sociales, que quedan reducidas a mensajes; cuando

falta o falla esa conexión, dejamos de poder hacer muchas de esas gestiones; aumenta nuestra vulnerabilidad ante

ciberdelincuentes; las personas que, por algún motivo, no tienen acceso a la tecnología quedan excluidas de la vida económica

y social…


juzgar




Jesús, en el Evangelio de este quinto domingo de Pascua, nos llama a descubrir la necesidad de estar conectados a Él, y lo hace con el ejemplo de la vid y los sarmientos: la vid es la planta cuyo fruto es la uva, y consta de una cepa o tronco de donde salen los sarmientos, unas ramas largas donde brotan las hojas y los racimos.


Y, desde esta imagen, Jesús dice: “Yo soy la verdadera vid, vosotros los sarmientos”. Jesús es la verdadera Vid, de quien brota la verdadera ‘Vid-a’; para poder recibir esa Vida, necesitamos estar conectados a Él: “el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante”.


Y nuestra conexión con Él no debe ser ocasional, sino continua, porque igual que el sarmiento necesita ‘estar conectado’ a la vid o, de lo contrario, se seca, también a nosotros nos ocurre lo mismo cuando nos falta la conexión con Jesús o esta conexión es esporádica: “Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí; porque sin mí no podéis hacer nada”. Por eso, del mismo modo que sin estar conectados a internet apenas podemos llevar adelante nuestra vida diaria, sin estar conectados a Jesús nuestra vida cotidiana queda limitada a un ‘pasar los días’, sin una verdadera meta y esperanza, sólo esperando el final. En cambio, si estamos conectados a Jesús de forma continua daremos “fruto abundante”, porque estamos conectados a Quien es la ‘Vid-a’ y nuestra fe y nuestra vida van unidas, aunque a veces se nos olvide.


Al contrario que nos ocurre con estar conectados a internet, estar conectados continuamente a Jesús sólo nos aporta ventajas: no genera dependencia sino verdadera libertad para discernir y actuar; también fortalece nuestras relaciones sociales, porque están basadas en el mandamiento del amor, ‘como Él nos ha amado’; y nos hace fuertes para resistir a las tentaciones y amenazas que nos rodean; y, sobre todo, la conexión a Jesús está al alcance de todos, nadie queda excluido de ella, aunque a veces haya que ‘podar’, cortar con algo, para poder dar más fruto.


Tenemos el ejemplo de san Pablo, que hemos escuchado en la 1ª lectura: él había perseguido a la Iglesia, de hecho, “todos le

tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera discípulo”. Pero “él les contó cómo había visto al Señor en el camino y lo que le había dicho”. San Pablo se conectó a Jesús, se dejó podar sus prejuicios e ideas preconcebidas y, a partir de ese momento, “estuvo actuando valientemente en el nombre del Señor”, dando fruto abundante no sólo en su tiempo, sino también ahora..


actuar





¿En qué grado estoy conectado a internet en mi vida cotidiana? ¿Qué ventajas me aporta y qué desventajas? ¿Estoy conectado a Jesús de forma continua o esporádica? ¿Siento que Él es mi ‘Vid-a’? ¿Cómo puedo mejorar mi conexión con Él? ¿Qué fruto doy? ¿Me dejo ‘podar’ si es necesario?


En la 2ª lectura, san Juan nos ha dicho: “No amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras”. Para amar de ese modo, necesitamos estar conectados a la ‘Vid-a’ que es Jesús. No nos sequemos espiritualmente, permanezcamos en el Señor, estemos conectados a Él continuamente, aprovechando todas las oportunidades en las que podemos sentir su mayor ‘cobertura’: oración, Eucaristía, formación, compromiso evangelizador… y dejándonos ‘podar’ en la Reconciliación, para dar fruto abundante, para ser de verdad discípulos de Quien es la verdadera ‘Vid-a’, de la que nadie queda excluido..






4. Próximos pasos


106. El DEC es, pues, el instrumento privilegiado a través del cual se puede realizar el diálogo de las Iglesias locales entre sí y con la Iglesia universal en la Etapa Continental. Para proseguir este proceso de escucha, diálogo y discernimiento, la reflexión se centrará en tres cuestiones:

  • −  «Después de leer el DEC en un clima de oración, ¿qué intuiciones resuenan más fuertemente con las experiencias y realidades concretas de la Iglesia en el continente? ¿Qué experiencias parecen nuevas o iluminadoras?»
  • −  «Después de leer el DEC y haber estado en oración, ¿qué tensiones o divergencias sustanciales surgen como particularmente importantes desde la perspectiva del continente? En consecuencia, ¿cuáles son las cuestiones e interrogantes que deberían abordarse y considerarse en las próximas fases del proceso?»
  • −  «Mirando lo que surge de las dos preguntas anteriores, ¿cuáles son las prioridades, los temas recurrentes y las llamadas a la acción que pueden ser compartidas con las otras Iglesias locales de todo el mundo y discutidas durante la Primera Sesión de la Asamblea Sinodal en octubre de 2023?»

Etapas clave del proceso


107. Cada Asamblea Continental está llamada a llevar a cabo un proceso de discernimiento sobre el DEC que sea adecuado al propio contexto local y a redactar un Documento Final que dé cuenta del mismo. Los Documentos Finales de las siete Asambleas Continentales servirán de base para la redacción del Instrumentum laboris, en junio de 2023.


108. La gran mayoría de las Conferencias Episcopales, consultadas por la Secretaría General del Sínodo, desea que los representantes de todo el Pueblo de Dios participen en la Etapa Continental. Por eso se pide que todas las Asambleas sean eclesiales y no solo episcopales, asegurando que su composición represente, de manera adecuada, la variedad del Pueblo de Dios: obispos, presbíteros, diáconos, consagradas y consagrados, laicos y laicas. Por lo que se refiere a los participantes en las Asambleas continentales es importante poner una particular atención en la adecuada presencia de las mujeres y los jóvenes (laicos y laicas, consagrados y consagradas en formación, seminaristas); personas que viven en condiciones de pobreza o marginación y quienes están en contacto directo con ellas; delegados fraternos de otras confesiones cristianas; representantes de otras religiones y tradiciones de fe y algunas personas sin afiliación religiosa. Se pide también a los obispos encontrarse entre ellos, al final de las Asambleas continentales, para releer colegialmente la experiencia sinodal vivida a partir de su carisma y responsabilidad específicos. De manera particular, se invita a los obispos a identificar las formas que sean más oportunas para llevar a cabo su propia tarea de validación y aprobación del Documento Final, asegurándose de que sea el fruto de un proceso auténticamente sinodal, respetuoso con el proceso realizado y fiel a las diferentes voces del Pueblo de Dios en cada continente.


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