jueves, 29 de agosto de 2024

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B

                                            



HOJA PARROQUIAL

31 de Agosto y 1 de Septiembre de 2024

Domingo XXII del Tiempo Ordinario. Ciclo B


Parroquias de Ntra. Sra. de la Concepción,
de Ntra. Sra. del Carmen
y de San Joaquín y Santa Ana







Los textos son cogidos de la página de 








“Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres



LECTURAS




Primera lectura del Libro del Deuteronomio 4, 1-2. 6-8


Moisés habló al pueblo, diciendo:
«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndose, viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar.
No añadáis nada a lo que yo os mando ni suprimáis nada; observaréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy.
Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán: “Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente, esta gran nación”.
Porque ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos?
Y, ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que yo os propongo hoy?».


Salmo 14, 2-3a. 3bc-4ab. 5 R: Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?


El que procede honradamente y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R/.

El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor. R/.

El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R/.


Segunda lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 17-18. 21b-22. 27


Mis queridos hermanos:
Todo buen regalo y todo don perfecto viene de arriba, procede del Padre de las luces, en el cual no hay ni alteración ni sombra de mutación.
Por propia iniciativa nos engendró con la palabra de la verdad, para que seamos como una primicia de sus criaturas.
Aceptad con docilidad esa palabra, que ha sido injertada en vosotros y es capaz de salvar vuestras vidas.
Poned en práctica la palabra y no os contentéis con oírla, engañándoos a vosotros mismos.
La religiosidad auténtica e intachable a los ojos de Dios Padre es esta: atender a huérfanos y viudas en su aflicción y mantenerse incontaminado del mundo.


Evangelio según san Marcos 7, 1-8a. 14-15. 21-23


En aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén; y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Pues los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas).
Y los fariseos y los escribas le preguntaron:
«¿Por qué no caminan tus discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con las manos impuras?».
Él les contestó:
«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.” Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».
Llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo:
«Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.
Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».




Los textos son cogidos de la página de 






ver





La hipocresía es el fingimiento de sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan. Y todos, en diversos grados, somos hipócritas en un momento u otro. A veces, somos hipócritas conscientemente, porque queremos alcanzar algún interés propio. Pero otras veces lo somos de un modo más inconsciente: estamos realizando una tarea que no nos gusta, o nos encontramos con una persona que nos cae mal, pero aunque por dentro sintamos lo contrario, disimulamos y actuamos como se espera de nosotros, no tanto por mala voluntad, sino por costumbre, educación, o incluso miedo a las consecuencias de decir la verdad.  




juzgar



En el Evangelio, Jesús ha llamado hipócritas a los fariseos y a los escribas. Y la razón la da citando a Isaías: “Este pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío...”.

En la religión judía, la purificación ritual era considerada esencial para participar en el culto e, incluso, en la vida cotidiana; por eso había que limpiar cuerpo, vestidos y utensilios, pero esto había derivado en un mero cumplimiento ritual de esas prácticas. Jesús denuncia que esas prácticas externas no conllevan una verdadera conversión del corazón, que fariseos y escribas sólo se fijan en la impureza aparente de las personas y no en la verdadera impureza, que es la hipocresía con Dios.

Jesús nos invita hoy a reflexionar sobre la ‘pureza’, la autenticidad de nuestra fe y la coherencia entre ésta y nuestras acciones. Como decíamos la semana pasada, muchos llevamos años de vida cristiana: oramos, participamos en la Eucaristía, recibimos el Sacramento del Perdón, quizá participamos en un Equipo de Vida, quizá desempeñamos algún compromiso evangelizador… pero no por eso estamos eximidos de caer en la hipocresía más o menos inconsciente con Dios.

Jesús nos invita a examinar nuestros corazones y motivaciones para seguirle; que seamos sinceros y pensemos qué ‘impurezas’ descubrimos, en qué medida ‘cumplimos’ externamente, actuamos como se espera de nosotros pero por costumbre, por educación, o incluso por miedo al ‘castigo de Dios’, mientras que en realidad nuestro corazón está lejos de Él.

Si descubrimos algún grado de ‘impureza’, de hipocresía con Dios, es el momento de buscar solución, porque mantener las apariencias sin conversión del corazón conlleva unas consecuencias muy negativas: “de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad”. Todos estos ejemplos encuentran concreción en hechos cotidianos de nuestra vida personal o social.

Para superar la hipocresía con Dios, la 1ª lectura nos recordaba las palabras de Moisés al pueblo: “escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndolos, viváis…”. Moisés les señala la conveniencia de cumplir de corazón la ley de Dios, y no sólo externamente, porque no es un conjunto de reglas, ni una carga, sino una fuente de vida. Y esto vale también para nosotros.

Hoy Jesús nos invita a cultivar una relación auténtica con Dios que transforme nuestro interior y se refleje en nuestras acciones, en lugar de mantener una cierta hipocresía con Dios, conformándonos con cumplir reglas externas pero sin desear un compromiso del corazón.




actuar





¿Recuerdo ocasiones en las que me he comportado de forma hipócrita? ¿Descubro en mí algún grado de hipocresía con Dios? ¿Creo que es suficiente con cumplir las prácticas externas y preceptos de la fe, o las cumplo pero como una ayuda para la conversión del corazón?

En nuestro mundo, a menudo la hipocresía, las apariencias, el ‘postureo’ y la imagen externa se valoran mucho más que la integridad interior. Pero por eso mismo encontramos todas esas maldades que salen de dentro del corazón, como ha denunciado Jesús.

El apóstol Santiago, en la 2ª lectura, decía: “Poned en práctica la palabra y no os contentéis con oírla”. Como seguidores de Cristo, estamos llamados evitar toda hipocresía con Dios, a examinar constantemente nuestras motivaciones y a buscar una coherencia entre nuestra fe y nuestra vida diaria. Que esta Palabra de Dios nos mueva a ‘ponerla en práctica’, a vivir una fe auténtica, que brote del corazón y se manifieste en amor auténtico hacia Dios y hacia nuestro prójimo.







SECRETARÍA GENERAL DEL SÍNODO

INSTRUMENTUM LABORIS

XVI ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS

PARA LA SEGUNDA SESIÓN

(OCTUBRE DE 2024)



A estas aportaciones se sumaron los frutos del Encuentro Internacional “Párrocos para el Sínodo” (Sacrofano, Roma, 28 de abril - 2 de mayo de 2024), que permitió escuchar a los presbíteros comprometidos en la pastoral parroquial. Las síntesis de los grupos de trabajo expresan en primer lugar «la alegría por la posibilidad de escucharse mutuamente: una experiencia enriquecedora, que ha alimentado un profundo sentimiento de comprensión y de respeto hacia las especificidades del contexto de origen de cada uno». Expresan «la necesidad de una nueva comprensión del papel del párroco en una Iglesia sinodal, respetando la variedad de tradiciones en la Iglesia» y la preocupación por no poder llegar a las periferias y a los que viven en los márgenes: «Si la Iglesia quiere ser sinodal, debe escuchar a estas personas».


Del mismo modo, los cinco Grupos de Trabajo constituidos por la Secretaría General del Sínodo e integrados por expertos de diferente procedencia geográfica, género y condición eclesial, ofrecieron materiales para la redacción de este Instrumentum laboris. Ellos trabajaron con un método sinodal orientado a una profundización teológica y canónica de la noción de sinodalidad y de sus implicaciones para la vida de la Iglesia.


A un grupo de expertos, compuesto por obispos, presbíteros, consagrados y consagradas, laicos, hombres y mujeres, teólogos, canonistas y biblistas, procedentes de todos los continentes y de diferentes condiciones eclesiales, se le encomendó la tarea de leer todas las aportaciones y materiales recibidos, articulando las respuestas dadas a la pregunta fundamental, para la redacción de este Instrumentum laboris. Las reflexiones de este grupo, así como las de los cinco grupos de trabajo antes mencionados, confluirán también en el subsidio que acompañará a este Instrumentum laboris, explorando el fundamento teológico de algunos contenidos.


Junto al trabajo emprendido para la preparación de la segunda sesión, dio comienzo también el trabajo de los diez grupos de estudio5, encargados de profundizar otros temas que surgieron del IdS6, identificados por el Santo Padre al término de una consulta internacional. Estos grupos de estudio, integrados por pastores y expertos de todos los continentes, siguiendo un método de trabajo sinodal, están constituidos «de común acuerdo entre los Dicasterios competentes de la Curia Romana y la Secretaría General del Sínodo, a la que se confía la coordinación», según el Quirógrafo firmado por el Papa Francisco el 16 de febrero de 2024 y en el espíritu de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium (art. 33). Deberán completar su estudio antes de junio de 2025, siempre que sea posible, pero deberán presentar un informe de situación a la Asamblea en octubre de 2024. De este modo, sin esperar a la conclusión de la segunda sesión, el Papa Francisco ha incorporado ya algunas de las indicaciones de la Primera Sesión y ha iniciado los trabajos de la fase de implementación, en la forma prevista por la Constitución Apostólica Episcopalis Communio: «Junto al Dicasterio de la Curia Romana competente y, según el tema y las circunstancias, junto a los demás Dicasterios implicados de diversos modos, la Secretaría General del Sínodo promueve por su propia parte la implementación de las orientaciones sinodales aprobadas por el Romano Pontífice» (art. 20, c. 1).


Además, de acuerdo con el Dicasterio para los Textos Legislativos, se ha instituido una Comisión de Derecho Canónico al servicio del Sínodo. Por último, aplicando la indicación dada por la Primera Sesión (cf. IdS 16q), el 25 de abril de 2024, el SECAM (Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar) anunció la creación de una Comisión especial para discernir las implicaciones teológicas y pastorales de la poligamia para la Iglesia en África.

lunes, 19 de agosto de 2024

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B

                                           



HOJA PARROQUIAL

24 y 25 de Agosto de 2024

Domingo XXI del Tiempo Ordinario. Ciclo B


Parroquias de Ntra. Sra. de la Concepción,
de Ntra. Sra. del Carmen
y de San Joaquín y Santa Ana







Los textos son cogidos de la página de 








“¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna


“¿A QUIÉN VAMOS A ACUDIR? TÚ TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA” 


LECTURAS






Primera lectura del Libro de Josué 24, 1-2a. 15-17. 18b


En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén y llamó a los ancianos de Israel, a los jefes, a los jueces y a los magistrados. Y se presentaron ante Dios.

Josué dijo a todo el pueblo:
«Si os resulta duro servir al Señor, elegid hoy a quién queréis servir: si a los dioses a los que sirvieron vuestros antepasados al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país habitáis; que yo y mi casa serviremos al Señor».

El pueblo respondió:
«¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses! Porque el Señor nuestro Dios es quien nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, de Egipto, de la casa de la esclavitud; quien hizo ante nuestros ojos aquellos prodigios y nos guardó en todo nuestro peregrinar y entre todos los pueblos por los que atravesamos.

También nosotros serviremos al Señor: ¡porque él es nuestro Dios!».


Salmo 33, 2-3. 16-17. 18-19. 20-21. 22-23 R: Gustad y ved qué bueno es el Señor.


Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra fe sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R.

Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor;
él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará. R.

La maldad da muerte al malvado,
y los que odian al justo serán castigados.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R.


Segunda lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 5, 21-32


Hermanos:
Sed sumisos unos a otros en el temor de Cristo: las mujeres, a sus maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo.

Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia: Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para presentársela gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpo suyos que son.

Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.

«Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán os dos una sola carne».

Es este un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.


Evangelio según San Juan 6, 60-69


En aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús, dijeron:
«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»

Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
«¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, hay algunos de vosotros que no creen».

Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar.

Y dijo:
«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede».

Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.

Entonces Jesús les dijo a los Doce:
«¿También vosotros queréis marcharos?».

Simón Pedro le contestó:
«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».




Los textos son cogidos de la página de 






ver





En un capítulo de la serie de televisión «Caso abierto», uno de los personajes agradecía a su padre que le hubiera enseñado a ‘proconear’, es decir, a que, antes de tomar una decisión, hiciera una lista de los ‘pros’ y los ‘contras’ que conllevaba tomar esa decisión. Nosotros, ante alguna decisión importante, habitualmente solemos ‘proconear’, pensamos los argumentos a favor y las razones contrarias para tomarla; pero en situaciones más cotidianas no solemos detenernos a reflexionar y decidimos de un modo más impulsivo, sin pensar en las consecuencias.  




juzgar



Este domingo la Palabra de Dios nos invita a ‘proconear’, y sobre un tema muy serio: seguir de verdad al Señor, con todo lo que eso conlleva, o no seguirlo. En la 1ª lectura, “Josué reunió todas las tribus de Israel y dijo a todo el pueblo: Si os resulta duro servir al Señor, elegid hoy a quién queréis servir: si a los dioses a los que sirvieron vuestros padres… o a los dioses de los amorreos”. Tras la muerte de Moisés, Josué ha guiado al pueblo de Israel en su llegada a la Tierra Prometida. Allí hay establecidos otros pueblos con sus propios dioses, cuyo culto es incompatible con servir al Señor. Los israelitas deben tomar una decisión, y ‘proconean’: es cierto que el culto a los otros dioses es menos exigente que la Ley del Señor y, además, adoptar ese culto les permitiría integrarse en el territorio al que han llegado; pero en su ‘proconear’ se dan cuenta de que “el Señor nuestro Dios es quien nos sacó de Egipto, de la esclavitud; y quien hizo aquellos grandes prodigios y nos guardó en todo nuestro peregrinar y entre todos los pueblos…”. Y acaban tomando su decisión: “También nosotros serviremos al Señor, ¡porque Él es nuestro Dios!”.

En el Evangelio, Jesús también invita a sus discípulos a ‘proconear’. Como hemos escuchado estos últimos domingos, Jesús les ha hablado de sí mismo como el Pan de Vida y “muchos de los discípulos dijeron: Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?”. Se dan cuenta de que seguir a Jesús conlleva un cambio radical y, por eso, “desde entonces, muchos discípulos se echaron atrás y no volvieron a ir con Él”. Dejan la ‘novedad’ de Jesús para volver a la seguridad de la Ley y a sus antiguas tradiciones.

Los Doce, que han sido llamados personalmente por Jesús a seguirle, también deben tomar na decisión; por eso Jesús les invita a ‘proconear’: “¿También vosotros queréis marcharos?”.

Igual que cuando Jesús les llamó, ahora han de responder también libremente, pero conscientes de todas las consecuencias. Han descubierto que no es fácil seguir a Jesús, que hay muchas cosas que no entienden, que hay que estar dispuesto a ‘cargar con la cruz cada día’ e incluso ‘perder la vida por Él’ (Lc 9, 23-24). Pero en ese ‘proconear’, Pedro indica la razón fundamental para seguir a Jesús: “Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna”. Es cierto que las palabras de Jesús son duras y exigentes, pero también son palabras que nos dirige “el Santo de Dios”, y por eso, ya desde ahora, abren a la eternidad a quienes las acogen con fe. Por eso, merece la pena decidir seguirle.




actuar





Muchos llevamos años ‘siguiendo’ al Señor: oramos, participamos en la Eucaristía, recibimos el Sacramento del Perdón, quizá participamos en un Equipo de Vida, quizá desempeñamos algún compromiso evangelizador… pero sin haberlo reflexionado bien. Hoy el Señor nos pide que, con total libertad, renovemos nuestra decisión de seguirle, y para eso nos invita a ‘proconear’ con Él.

Quizá nuestro ser cristianos ‘choca’ con nuestro entorno, como ocurrió al pueblo de Israel, y sentimos que sería más fácil adaptarnos a las corrientes de pensamiento actuales. 

Quizá pensamos, como esos discípulos, que el modo de hablar de Jesús es duro, que es demasiado exigente, y preferiríamos la ‘seguridad’ de unas prácticas religiosas que tranquilicen nuestra conciencia pero que no supongan grandes cambios en nuestra vida y nuestros esquemas.

Pero también hemos de ‘re-cordar’, volver a pasar por el corazón, todo lo que el Señor ha obrado en nuestra vida, en luces y sombras, y que nos ha permitido llegar hasta aquí, hasta el día de hoy.

Y también hemos de tener presente la Palabra que el Señor nos dirige, cómo nos ha iluminado y afectado, en qué momentos nos ha dado ‘vida’ y cómo nos ha abierto el horizonte de Dios.

Ojalá, al ‘proconear’ con el Señor, también podamos responder, como Pedro: “Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”.







SECRETARÍA GENERAL DEL SÍNODO

INSTRUMENTUM LABORIS

XVI ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS

PARA LA SEGUNDA SESIÓN

(OCTUBRE DE 2024)



Tres años de camino


Las respuestas a la pregunta orientadora, enviadas por la mayoría de las Conferencias Episcopales y sus agrupaciones continentales, por las Iglesias Orientales Católicas, por las diócesis que no forman parte de una Conferencia Episcopal, por los dicasterios de la Curia Romana, por la Unión de Superiores Generales y la Unión Internacional de las Superioras Generales en representación de la vida consagrada, así como los testimonios de experiencias y buenas prácticas recibidos de todo el mundo y las observaciones de casi doscientas realidades internacionales, facultades universitarias, asociaciones de fieles, comunidades e individuos, constituyen la base para la redacción de este Instrumentum laboris de la segunda sesión, enraizándolo en la vida del Pueblo de Dios en todo el mundo.


Estas voces han expresado la gratitud por el camino recorrido, por los esfuerzos que a veces requiere, pero sobre todo al deseo de avanzar. Así se expresa una Conferencia Episcopal de América del Norte: «La gratitud por el camino sinodal es profunda [...]. Siguen existiendo tensiones, que requerirán seguir una línea de reflexión y diálogo, inspirándose en la idea de cultura del encuentro propuesta por el Papa Francisco. Pero estas tensiones no rompen la comunión de la caridad en la Iglesia». También nos recuerdan que aún queda mucho camino por recorrer.


Como en las fases anteriores, se reafirman los frutos de la adopción del método de la conversación en el Espíritu. Por ejemplo, una federación de Conferencias Episcopales señala: «Muchas síntesis procedentes de toda Asia expresan un entusiasmo increíble por la metodología sinodal, que emplea la conversación en el Espíritu como punto de partida del camino.

Muchas diócesis y Conferencias Episcopales han introducido este método en sus estructuras, con gran éxito». Este entusiasmo ya se ha traducido en pasos concretos de experimentación de un modo de proceder más sinodal. En una conferencia episcopal europea «se decidió iniciar una fase de experimentación sinodal de cinco años. A nivel nacional, se trata de desarrollar, evaluar y perfeccionar formas de consulta sinodal, de diálogo, de discernimiento, así como procesos de toma de decisiones que articulen la fase de elaboración (decision-making) con la de toma de decisiones (decision-taking). Se tendrán en cuenta las experiencias de las diócesis, así como los desarrollos sinodales en otras partes del mundo y en la Iglesia universal. Nos encontramos al comienzo de un exigente, pero importante camino de aprendizaje». Existe una mayor conciencia sobre el valor de las Iglesias locales y de su camino, de la riqueza de la que son portadoras y de la necesidad de escuchar sus voces. Según la síntesis enviada por una Conferencia Episcopal africana, «ya no se pueden considerar y tratar a las Iglesias locales simplemente como destinatarias del anuncio del Evangelio, que tienen poco o nada que aportar»