HOJA PARROQUIAL
24 y 25 de Agosto de 2024
Domingo XXI del Tiempo Ordinario. Ciclo B
“¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna”
“¿A QUIÉN VAMOS A ACUDIR? TÚ TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA”
LECTURAS
Primera lectura del Libro de Josué 24, 1-2a. 15-17. 18b
En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén y llamó a los ancianos de Israel, a los jefes, a los jueces y a los magistrados. Y se presentaron ante Dios.
También nosotros serviremos al Señor: ¡porque él es nuestro Dios!».
Salmo 33, 2-3. 16-17. 18-19. 20-21. 22-23 R: Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Segunda lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 5, 21-32
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia: Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para presentársela gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpo suyos que son.
Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.
«Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán os dos una sola carne».
Es este un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.
Evangelio según San Juan 6, 60-69
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar.
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
ver
En un capítulo de la serie de televisión «Caso abierto», uno de los personajes agradecía a su padre que le hubiera enseñado a ‘proconear’, es decir, a que, antes de tomar una decisión, hiciera una lista de los ‘pros’ y los ‘contras’ que conllevaba tomar esa decisión. Nosotros, ante alguna decisión importante, habitualmente solemos ‘proconear’, pensamos los argumentos a favor y las razones contrarias para tomarla; pero en situaciones más cotidianas no solemos detenernos a reflexionar y decidimos de un modo más impulsivo, sin pensar en las consecuencias.
juzgar
En el Evangelio, Jesús también invita a sus discípulos a ‘proconear’. Como hemos escuchado estos últimos domingos, Jesús les ha hablado de sí mismo como el Pan de Vida y “muchos de los discípulos dijeron: Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?”. Se dan cuenta de que seguir a Jesús conlleva un cambio radical y, por eso, “desde entonces, muchos discípulos se echaron atrás y no volvieron a ir con Él”. Dejan la ‘novedad’ de Jesús para volver a la seguridad de la Ley y a sus antiguas tradiciones.
Los Doce, que han sido llamados personalmente por Jesús a seguirle, también deben tomar na decisión; por eso Jesús les invita a ‘proconear’: “¿También vosotros queréis marcharos?”.
Igual que cuando Jesús les llamó, ahora han de responder también libremente, pero conscientes de todas las consecuencias. Han descubierto que no es fácil seguir a Jesús, que hay muchas cosas que no entienden, que hay que estar dispuesto a ‘cargar con la cruz cada día’ e incluso ‘perder la vida por Él’ (Lc 9, 23-24). Pero en ese ‘proconear’, Pedro indica la razón fundamental para seguir a Jesús: “Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna”. Es cierto que las palabras de Jesús son duras y exigentes, pero también son palabras que nos dirige “el Santo de Dios”, y por eso, ya desde ahora, abren a la eternidad a quienes las acogen con fe. Por eso, merece la pena decidir seguirle.
actuar
Quizá nuestro ser cristianos ‘choca’ con nuestro entorno, como ocurrió al pueblo de Israel, y sentimos que sería más fácil adaptarnos a las corrientes de pensamiento actuales.
Quizá pensamos, como esos discípulos, que el modo de hablar de Jesús es duro, que es demasiado exigente, y preferiríamos la ‘seguridad’ de unas prácticas religiosas que tranquilicen nuestra conciencia pero que no supongan grandes cambios en nuestra vida y nuestros esquemas.
Pero también hemos de ‘re-cordar’, volver a pasar por el corazón, todo lo que el Señor ha obrado en nuestra vida, en luces y sombras, y que nos ha permitido llegar hasta aquí, hasta el día de hoy.
Y también hemos de tener presente la Palabra que el Señor nos dirige, cómo nos ha iluminado y afectado, en qué momentos nos ha dado ‘vida’ y cómo nos ha abierto el horizonte de Dios.
Ojalá, al ‘proconear’ con el Señor, también podamos responder, como Pedro: “Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”.
SECRETARÍA GENERAL DEL SÍNODO
INSTRUMENTUM LABORIS
XVI ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS
PARA LA SEGUNDA SESIÓN
(OCTUBRE DE 2024)
Tres años de camino
Las respuestas a la pregunta orientadora, enviadas por la mayoría de las Conferencias Episcopales y sus agrupaciones continentales, por las Iglesias Orientales Católicas, por las diócesis que no forman parte de una Conferencia Episcopal, por los dicasterios de la Curia Romana, por la Unión de Superiores Generales y la Unión Internacional de las Superioras Generales en representación de la vida consagrada, así como los testimonios de experiencias y buenas prácticas recibidos de todo el mundo y las observaciones de casi doscientas realidades internacionales, facultades universitarias, asociaciones de fieles, comunidades e individuos, constituyen la base para la redacción de este Instrumentum laboris de la segunda sesión, enraizándolo en la vida del Pueblo de Dios en todo el mundo.
Estas voces han expresado la gratitud por el camino recorrido, por los esfuerzos que a veces requiere, pero sobre todo al deseo de avanzar. Así se expresa una Conferencia Episcopal de América del Norte: «La gratitud por el camino sinodal es profunda [...]. Siguen existiendo tensiones, que requerirán seguir una línea de reflexión y diálogo, inspirándose en la idea de cultura del encuentro propuesta por el Papa Francisco. Pero estas tensiones no rompen la comunión de la caridad en la Iglesia». También nos recuerdan que aún queda mucho camino por recorrer.
Como en las fases anteriores, se reafirman los frutos de la adopción del método de la conversación en el Espíritu. Por ejemplo, una federación de Conferencias Episcopales señala: «Muchas síntesis procedentes de toda Asia expresan un entusiasmo increíble por la metodología sinodal, que emplea la conversación en el Espíritu como punto de partida del camino.
Muchas diócesis y Conferencias Episcopales han introducido este método en sus estructuras, con gran éxito». Este entusiasmo ya se ha traducido en pasos concretos de experimentación de un modo de proceder más sinodal. En una conferencia episcopal europea «se decidió iniciar una fase de experimentación sinodal de cinco años. A nivel nacional, se trata de desarrollar, evaluar y perfeccionar formas de consulta sinodal, de diálogo, de discernimiento, así como procesos de toma de decisiones que articulen la fase de elaboración (decision-making) con la de toma de decisiones (decision-taking). Se tendrán en cuenta las experiencias de las diócesis, así como los desarrollos sinodales en otras partes del mundo y en la Iglesia universal. Nos encontramos al comienzo de un exigente, pero importante camino de aprendizaje». Existe una mayor conciencia sobre el valor de las Iglesias locales y de su camino, de la riqueza de la que son portadoras y de la necesidad de escuchar sus voces. Según la síntesis enviada por una Conferencia Episcopal africana, «ya no se pueden considerar y tratar a las Iglesias locales simplemente como destinatarias del anuncio del Evangelio, que tienen poco o nada que aportar»
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