Lc 9,22-25: El que pierda su vida por mi causa la salvará.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».
Entonces decía a todos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?».
Reflexión
El primer día después de la ceniza, justo antes de comenzar con la primera semana y la Iglesia quiere que pongamos las bases. Estas bases son dos:
1.- Jesús es el Salvador, pero un Mesías sufriente, porque va a ser perseguido y ajusticiado y sufriendo porque estará por ello más cercano con los sufrientes.
2.- Nos invita a seguirlo, por tanto, ser cristiano no es otra cosa que esto. Y hay que elegir el mismo destino.
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